jueves, 21 de agosto de 2014

Bomba de mi corazón


Ayer en la tarde me regalé una bomba (ese dulce típico de las pastelerías venezolanas rellenas con crema pastelera) y fui la mujer más feliz del planeta, pero no por la bomba en sí, es lo que representa, recuerdo antes de mudarme a los Valles del Tuy que de tanto en tanto mi abuela me compraba una en las tardes... ya viviendo en Ocumare dejé de comerlas principalmente porque conseguirlas era dificilísimo.

Hoy me vi comiendo mi bomba con cinco años y jugando en la PB del edificio con mis patines Fisher Price de cuatro ruedas, de la misma manera en la que Anton Ego vuelve a su infancia el día que se raspó la rodilla y su mamá le estaba preparando Ratatouille cuando prueba el suculento plato elaborado por Chefcito; así es que la memoria gustativa  tiene que ver con la relación de sabores y gustos, pero sobretodo con la significación de estos para nosotros.

Los seres humanos aprendemos lo que nos gusta y lo que no, y de acuerdo a la rutina, a las fechas especiales y a la vida misma le vamos endilgando significaciones a los alimentos, estas relaciones pueden ser colectivas, como el hecho de que las hallacas y el pan de jamón estén sólo en navidad y que en semana santa nos quitemos de la dieta las carnes rojas, o individuales como mi caso que les acabo de contar.

Este significado viene estrechamente ligado con la memoria gustativa, recuerdos, situaciones y afectos en torno a la comida, quizás el plato que nos preparaba la abuela, o la malta de desayuno en el colegio; ¿a quién no le ha pasado que antes de llegar al trabajo se come una empanada y una malta y se acuerda de al menos una travesura que hizo en el recreo del colegio?

¿Cuántos panas que emigraron no piden a gritos Cocosette, Pirulin, Diablitos y cuanta cosa comía aquí en Venezuela? Claro es una manera de recordar su terruño, pero les aseguro que sus hijos también comerán esas cosas y se acordaran de sus padres o quizás preparen arepas y aprendan a elaborar pabellón, la hallaca es más complicada pues la hoja de plátano no se consigue en todos lados, pero eso se resolverá con la globalización: yo lo sé.
Y ustedes, ¿cuáles alimentos los traslada a un mundo de sueños?







Nashla Baez

No hay comentarios:

Publicar un comentario