“Un cocinero se
convierte en artista cuando
tiene cosas que decir a
través de sus platos,
como un pintor en un
cuadro”
Joan Miró
A quien no le gusta el cine, la
verdad es que el séptimo arte tiene muestras para todos los gustos y sabores, y
no hay tema en el mundo que los cineastas no hayan llevado a la gran pantalla,
hablemos entonces de la comida en el cine, al principio la cocina ocupaba un
lugar modesto, a veces ignorado, sin
embargo, hay escenas que nos marcaron y a continuación hablaremos de ellas:
Si partimos de la definición de
gastronomía como la afición a comer bien, apreciando y disfrutando la buena
comida “La Gran Comilona” es la
antítesis de eso, una película en donde cuatro amigos se reúnen un fin de semana en el caserón de
uno de ellos para realizar un suicidio gastronómico colectivo, engullendo sin
parar hasta reventar y pecando de lo lindo con algunas prostitutas algo
aturdidas por la situación, el asunto de la gula extrema llega a puntos de
verdadera angustia hacia el espectador, que ve como no paran de comer y comer
sin ápice de hambre ya, lo que se acaba convirtiendo en una tortura para el que
lo presencia.
Pero el cine ha dispuesto a
mostrarnos a partir de la comida (o la ausencia de ella) un cúmulo de
sensaciones, estímulos y situaciones políticas complejas, en “La Quimera de
Oro” de Charles Chaplin vemos como nos muestra el hambre, de hecho, su personaje vagabundo se ve
hambriento un Día de Acción de Gracias y prepara una cena con lo que tiene a la
mano: un zapato de cuero
O quizás la escena de Vivien
Leigh en “Lo que el viento se llevó”
en donde agarra un poco de tierra y dice: “A Dios pongo por testigo que no
podrán derribarme. Sobreviviré y cuando todo haya pasado, nunca más volveré a
pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos”
Pasemos ahora
a películas más felices, hablamos de “Frankie
and Jhonny” en donde su historia de amor comienza en una cafetería
O de “No Reservation” que Aaron Eckhart
conquista el traumado corazón de Catherine Zeta Jones con unos deliciosos
espaguetis, y otras exquisiteces más, bien dice mi abuela “barriguita llena
corazón contento”
En el cine,
aprendemos que la comida de otros lugares nos puede parecer muy rara y al
principio nos da miedo de probarla, como en el “Festín de Babette” y su
suculenta cena francesa servida en una mesa de Dinamarca.
¿Han visto
alguna vez El sabor de la vida? Esta
maravillosa película también conocida
como "Un toque de canela" es
una historia sobre un joven griego criado en Estambul, cuyo abuelo, un filósofo
culinario y su mentor, le enseña que tanto la comida como la vida necesitan una
pizca de sal para darles el toque de sabor que ambas requieren. Enseñanzas
maravillosas, aquellos que la vieron seguro se recuerdan de la famosa frase:
“gastronomía es la única palabra que contiene astronomía, y así mis clases de
astronomía incluían el uso de especias”.
Nos ha
mostrado lo bonito de compartir mientras comemos o lo que comemos, así pues,
nos deleitamos con la complicidad, la felicidad y el compañerismo que se ve en Harry Potter y la piedra Filosofal
cuando el trío de amigos está en el gran comedor junto al resto del colegio y
las mesas se sirven con suculentos platos por arte de magia, o la romántica
escena de la Dama y el Vagabundo en
la que comparten su pasta y que al final del largo fideo consiguen su beso.
Cerremos esta
primera entrega con Ratatouile, este
pequeño ratoncito nos enseñó que “un gran artista puede venir de cualquier
parte” refiriéndonos al arte de cocinar, que la comida que te recuerda a los
sabores de la casa materna siempre es la más sabrosa y que puedes llegarle al
corazón de la persona más fría y arrogante si le sirves un plato de comida que
lo transporte al pasado y haga experimentar como dice Ego: “una extraordinaria
cena de una fuente singular e inesperada, decir sólo que la comida y su creador
han desafiado mis prejuicios ante la buena cocina que subestimaría la realidad.
Me han tocado en lo más profundo.”
Otro día
seguiremos hablando de la manera en que el séptimo arte, nos hace saborear,
degustar y entender la transversalidad de la gastronomía.
Nashla Baez.
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