miércoles, 9 de julio de 2014

Creencias, Mitos y Tabúes Alimenticios


 “... la alimentación conduce a la biología, pero con toda evidencia, no se reduce a ella; lo simbólico y lo onírico, los signos, los mitos, los fantasmas alimentan también y concurren a reglar nuestra alimentación…” (Fischler: 1995)


La alimentación comienza a ser tema de investigación para los antropólogos luego de comenzar a estudiar lo que son los mitos de algunas culturas, pues se notó que no habían sociedades ni culturas, que no tuviesen prohibiciones colectivas con respecto a los alimentos que fuesen más o menos penadas; además de que los hábitos alimenticios son una de las características de la especie humana que más varía entre las culturas.
La antropología de la alimentación es una disciplina que abarca de forma holística el hecho alimentario, puesto que la alimentación de cada grupo está condicionada por diversos factores, como: ecológicos, económicos, sociales, culturales, nutricionales y políticos.
Sin embargo, es incuestionable que la variable determinante de lo que es percibido como un alimento o no, lo aceptado y lo rechazado, lo deseado y lo repudiado para las diferentes sociedades, son sus creencias y mitos: el elemento simbólico en sus representaciones. De éstas devendrá la formación, vigencia y cambios de los regímenes alimentarios a seguir por cada cultura.
Además, la alimentación es un acto contenedor de significados, por lo que se convierte en un medio para comunicarse con las demás personas, ya sean de nuestro mismo grupo social o con personas externas a éste.
Y es dentro de esta comunicación, donde los regímenes alimentarios pueden verse modificados por diferentes causas, tanto por la globalización, en las sociedades actuales; como lo fue, por ejemplo, en las colonizaciones por parte de los países centrales en los siglos XVIII / XIX / XX; Tanto al introducir directamente mercancías externas a los territorios colonizados, degradando en casos los alimentos autóctonos; como al introducir también, mediante la convivencia y a veces hasta la obligación, sus propios hábitos y creencias alimenticias. La transculturización entonces, es un elemento muy importante en esa relación que hizo Lévi-Strauss en 1962, afirmó Marvin Harris en 1985 y que hacemos tod@s nosotr@s a diario: “Bueno para pensar-Bueno para comer”.




Shahrazad Canquiz





Bibliografías consultadas:
Bain Alexander (1868). La Creencia, Fuente: Mental and Moral Science.Part First, pp. 371-385. Fecha del documento: 19 de octubre 2009. Última actualización: 22 de enero 2010. Documento digital en: www.unav.es/gep/AlexanderBainLaCreencia.pdf 
Contreras Jesús (2007). Alimentación y religión. Publicado en la revista electrónica: Humanitas, humanidades médicas. N°16. Junio. En: www.fundacionmhm.org/tema0716/papel.pdf
Fischler, Claude. (1995). El (H) Omnivoro. El gusto, la cocina y el cuerpo. Barcelona. Edit. Anagrama.


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