Hoy diez de septiembre
se celebra el día mundial de la arepa, entre tanto nosotras como venezolanas y
gorditas nos unimos a esta celebración desayunando, almorzando y cenando una
suculenta y caliente arepita, sin importar que estemos dentro o fuera de
Venezuela.
Hoy en día la arepa ha
tomado una popularidad internacional en parte gracias a la participación de un
venezolano en el sonado programa "Master
Chef". Yo personalmente no he visto ese episodio, pero dicen que el
chef Ramsey quedo fascinado con su versatilidad y su sabor. Y es que ni el peor
de los genios se resiste a su divina textura y calidez.
La arepa ha empezado a
luchar por su posicionamiento con lo que internacionalmente era conocido por su
nombre (que son de nacionalidad colombiana, siendo más parecidas a una cachapa
doble) cosa que era además necesaria pues, ¡esa no es la arepa!
La arepa hoy en día se
salió del plato, se fue, ahora se sirve en ese mural de Cruz Diez, ese que con
dolor todos conocemos, pues es mas fácil conseguir una arepa, hacer una arepa,
en cualquier parte del mundo que en Venezuela.
La arepa se salió del
plato, junto a los que nos hemos ido, con pesar y esperanzas al mismo tiempo. Ella
se vino con cada uno de nosotros, y desde acá la hemos mostrado y con ella
muchos han sacado adelante su emprendimiento, pues con su versatilidad y
propiedades, a todos puede capturar.
Particularmente, tenía
años sin sentir esa libertad de poder hacer arepa todos los días sin
preocuparme de que se acabara y aun no toque el número de mi cédula. Pero esa
misma arepa ahora tiene un sabor agridulce que antes jamás le sentí, ese de
saber que por mucho que lo intente nunca van a saber a las que me hacia mi
mamá. Cada bocado me recuerda, que mi sobrina ya no puede desayunar con la
arepita de su abuela porque no se consigue la harina de maíz precocida y
el maíz es tan caro que su abuela solo puede comprarlo una vez al mes para
molerlo y hacer las anheladas arepitas, convirtiendo la escena en una ocasión
especial ¿Cómo llegamos a esto?
En los mercados
internacionales, ver a la señora con su pañoleta roja y las palabras Harina
P.A.N, es como reencontrarse con una amiga, pero no de las que no ves nunca (pues
afuera los arepazos son frecuentes) sino de aquella que ves todos los días y
con la que siempre tienes de que hablar, esa que mas que tu amiga, es tu
hermana.
Pero la arepa regresará
a su hogar, al plato de todos los venezolanos, así como algún día los que nos
fuimos regresaremos a casa.
Esta masa simple pero
divina representa nuestro hogar, nuestra identidad, nuestro corazón de maíz, pero
más que nada, representa también nuestra libertad. Tanto que nos han
quitado, pero por lo que más quieran, ¡no me quites mi arepa!
María Mercedes Boada
Excelente Meche!... Cada día es más difícil...pero el mal nunca supera al bien...
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