Si han estado en Maracaibo deben saber que ellos son los reyes de la fritanga. Tienen arepas y empanadas fritas y "operadas" por todos lados. Y para poner los nombres son muy creativos "tumba ranchos" y "agüita e' sapo" es lo que le sigue al que en mi parecer es el nombre más ruidoso de la gastronomía maracucha, hablo de los "huevos chimbos".
Cuando se lee el nombre de un plato en una carta, se van asociando las palabras con las imágenes de las experiencias de cada quien, y se forma una idea que generalmente termina por hacer trabajar las glándulas salivales y animan a pedir el plato.
En cambio en Maracaibo hay que decir "ya va, ¿qué es eso?'" y esperar a que te expliquen para entusiasmarte, porque pensar en que vas a comer algo que tiene un "huevo chimbo" (si han olido un huevo podrido no querrán comer eso) o que tiene "agua de sapo", no es tan apetitoso en primera instancia.
Hablando de saborear primero el plato en la imaginación, les tengo una anécdota: ¿Han comido alguna vez un pastelito de papas con queso?
Yo lo comí por primera vez hace unos días en Maracaibo, no creo que lo consiga si estoy muy lejos de allí... de hecho, hablando de diferencias entre comidas y ciudades con una maracucha, me dice "yo he ido varias veces a Caracas, no me parece tan terrible como muchos cuentan, hasta me gusta. Pero algo que no puedo olvidar es que allá no venden empanadas de puré". Mi reacción inmediata fue arrugar la cara y decir que a mi no me gustaban y ella me salió con una "mayonesada" (¿ya lo probaste?) y ese es un buen argumento para mí.
→Anécdota dentro de la anécdota: Yo ya había probado los pastelitos con arroz y carne molida en Táchira, y aunque me parece que actualmente es innecesario ese otro carbohidrato en la combinación del pastelito, me encantó por la buena sazón de esas gochas y hasta probé las salsas de mayonesa que tenían #ChaoDieta. Sin embargo, la mejor impresión me la lleve al momento de pagar, como saben, comer acompañado es más sabroso, así que "nos comimos" dos pastelitos y dos batidos naturales grandotes y pague 105 bs, quedé casi en shock y sin ganas de volver a pagar una empanada en Caracas.←
Como les contaba, en Maracaibo comí los pasteles con puré y quesito calentito y derretido, no puedo decir que no me gustaron, a decir verdad me comi dos (mi nutricionista me va a mirar feo cuando me pese). Y eso que me quedaron debiendo los "tumba ranchos" y las "agüita e' sapo".
En definitiva, con esos nombres que le ponen los maracuchos a las comidas, hay que ser atrevid@s y tener siempre en mente el famoso eslogan de la mayonesa "No digas que no si no lo has probado".
Shahrazad Canquiz Kafella
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