En este mundo de hoy hay muchos
que se dicen gastrónomos, porque les gusta mucho comer y sobre todo, comer
rico; otros creen serlo porque comen a la moda: lo exótico, lo último que se
hizo famoso en Los Ángeles, en el Caribe o en las principales ciudades de
Suramérica, e incluso porque vieron esos platos a través de los canales por
cable, descritos por los inefables y famosos
“Chefs”. Para algunos se trata tan sólo de una mezcla de exhibicionismo
y sibaritismo que les hace sentirse “muy interesantes”. Sin embargo, hay
quienes han descubierto el inseparable vínculo entre alimentación y cultura,
que por ser tan inseparable se convierte casi en invisible, como suelen ser muchas veces las
determinaciones esenciales.
Para esos personajes cada sabor,
cada gesto, cada nombre, cada práctica, es un mundo cargado de significaciones…que revelan un espacio
multidimensional, en el que tienen cabida las diversas disciplinas, donde cada
imagen puede ser un crucial descubrimiento y cada link revela enormes potencialidades. Las
“Gastronomochicas” pertenecen a este grupo… se han tomado en serio eso de
saborear los platos, las complejidades, los iconos, las historias de ayer y de
hoy, que encierra nuestra gastronomía actual.
Se apasionan por los discursos que hay detrás de cada plato, de cada
fogón o restaurant, de cada preferencia o prohibición, por las tradiciones
identitarias y las fusiones innovadoras. Lo hacen cabalgando sus trabajos
profesionales, sus desempeños como “jóvenes gerentes”, funcionarias públicas o
estudiosas de postgrados, robándole tiempo a lo urgente, para dedicarlo a lo
que consideran importante. Intercalan y enlazan el curry con el lápiz labial,
la ida a Quinta Crespo con la peluquería, la conferencia sobre el cacao justo
antes de entrar al concierto de la Movida Acústica Urbana, con la misma
naturalidad con la que prueban, degustan, sazonan, protestan y marchan.
En estos años las he ido
conociendo y queriendo. Deseo que este blog, que es su espacio natural de
comunicación y diálogo, sea intelectualmente fecundo, irremediablemente
suculento, atractivo y seductor, femenino y duradero.
Ocarina.
@OcarinaCastillo
@OcarinaCastillo